Así que era esto, tenía nombre.
Una pulsión, patología excéntrica.
Nada de piel, sin corazón,
sólo un diagnóstico: es limerencia.
Una pulsión, patología excéntrica.
Nada de piel, sin corazón,
sólo un diagnóstico: es limerencia.
©® Enrique R. del Portal, 2024