Los colores que estallan en Madrid
Cuando al salir del metro en una tarde otoñal
el sol se va?
Son los colores que me hacen sentir bien..."
-Topo, Colores-
Desde muy joven, creo que desde las primeras escapadas de clase que hacía del Instituto San Isidro, donde estudié bachillerato, me he sentido absolutamente fascinado, enamorado, de los cielos de Madrid.
Esos atardeceres otoñales y primaverales (las estaciones más cortas de esta ciudad) suelen ofrecer un espectáculo inigualable. Supongo que este carácter mío, un pelín taciturno, también ha influido en mi gusto por los pasos a esa hora mágica, como me gusta pensar que es.
También creo que es una forma de poesía, que toma cuerpo en la luz y se derrama sobre la calle Bailén, la Plaza de la Armería, el viaducto de la Calle Segovía, la Cuesta de la Vega, el mirador de la Montaña del Principe Pío, el Campo del Moro, Madrid Río, y tantos rincones del viejo Madrid, donde el sol juega a esconderse entre callejas y edificios.
Estos días está siendo especialmente hermoso. Todo un regalo con una punzadita de nostalgia para los aprendices de poeta, o simplemente un momento para admirar nuestro entorno.
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