Amo las cosas que me recuerdan a ti.
Esos pequeños objetos que, un día,
tuvieron contacto contigo y conmigo.
Las cuentas de una pulsera barata,
el pedazo de papel donde me escribiste
"eres más bonico que ná",
la fotografía que me robaste o que posé,
no recuerdo,
tan alegre en el centro del puente,
o las briznas de arena de playa
empeñadas en jugar aquella brillante mañana
a hacerte cosquillas en los labios.
Amo todas estas cosas que me llevan a tí
pero las cosas no saben que son amadas
-como ya dijo Borges-
ni saben que mi amor existe.
Lo mismo que tú.
Y es lo que hace de este amor
y de esta absurda colección de objetos
algo tan triste.
Esos pequeños objetos que, un día,
tuvieron contacto contigo y conmigo.
Las cuentas de una pulsera barata,
el pedazo de papel donde me escribiste
"eres más bonico que ná",
la fotografía que me robaste o que posé,
no recuerdo,
tan alegre en el centro del puente,
o las briznas de arena de playa
empeñadas en jugar aquella brillante mañana
a hacerte cosquillas en los labios.
Amo todas estas cosas que me llevan a tí
pero las cosas no saben que son amadas
-como ya dijo Borges-
ni saben que mi amor existe.
Lo mismo que tú.
Y es lo que hace de este amor
y de esta absurda colección de objetos
algo tan triste.
©® Enrique R. del Portal, 2023
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